Capítulo 2 estructura y función de las células del sistema nervioso
Los psicólogos que se esfuerzan por comprender la mente humana pueden estudiar el sistema nervioso. Aprender cómo funcionan las células y los órganos del cuerpo puede ayudarnos a entender la base biológica de la psicología humana. El sistema nervioso está compuesto por dos tipos básicos de células: las células gliales (también conocidas como glía) y las neuronas. Tradicionalmente se cree que las células gliales desempeñan un papel de apoyo a las neuronas, tanto física como metabólicamente. Las células gliales proporcionan el andamiaje sobre el que se construye el sistema nervioso, ayudan a las neuronas a alinearse estrechamente entre sí para permitir la comunicación neuronal, proporcionan aislamiento a las neuronas, transportan nutrientes y productos de desecho y median en las respuestas inmunitarias. Durante años, los investigadores creían que había muchas más células gliales que neuronas; sin embargo, trabajos más recientes del laboratorio de Suzanna Herculano-Houzel han puesto en duda esta antigua suposición y han aportado importantes pruebas de que puede haber una proporción casi 1:1 de células gliales con respecto a las neuronas. Esto es importante porque sugiere que los cerebros humanos son más similares a los de otros primates de lo que se pensaba (Azevedo et al, 2009; Hercaulano-Houzel, 2012; Herculano-Houzel, 2009). Las neuronas, por su parte, sirven como procesadores de información interconectados que son esenciales para todas las tareas del sistema nervioso. Esta sección describe brevemente la estructura y la función de las neuronas.
¿Cómo se llaman las células del sistema nervioso?
La unidad básica del sistema nervioso es la célula nerviosa o neurona. El cerebro humano contiene unos 100.000 millones de neuronas. Una neurona tiene un cuerpo celular, que incluye el núcleo de la célula, y unas extensiones especiales llamadas axones (se pronuncia AK-sonz) y dendritas (se pronuncia DEN-drahytz).
¿Cuáles son las tres células del sistema nervioso?
Las células del tejido nervioso que generan y conducen los impulsos se llaman neuronas o células nerviosas. Estas células tienen tres partes principales: las dendritas, el cuerpo celular y un axón.
Tejido nervioso
ResumenLa célula microglial es a la vez una célula glial del sistema nervioso central y un fagocito mononuclear, que pertenece al sistema hematopoyético y participa en las respuestas inflamatorias e inmunitarias. Como tal, la microglía se enfrenta a un reto. Las neuronas del sistema nervioso central no pueden dividirse y reponerse, por lo que deben protegerse contra los patógenos, lo que constituye una función clave del sistema inmunitario, pero sin daños colaterales. Además, tras una lesión física, las células neuronales necesitan un apoyo restaurador, que es proporcionado por las respuestas inflamatorias. Sin embargo, las respuestas inflamatorias excesivas o crónicas pueden ser perjudiciales. Cada vez está más claro cómo la microglía equilibra estas demandas y cómo se puede modificar su comportamiento para mejorar los trastornos del sistema nervioso central.
Figura 1: Relación de la microglía con las células hematopoyéticas y las células del SNC.Figura 2: Las células precursoras de la microglía se acercan al SNC durante el desarrollo embrionario.Figura 3: La microglía coloniza el SNC durante el desarrollo embrionario.Figura 4: Influencias inhibidoras neuronales sobre la microglía parenquimatosa.
Células y tejidos del sistema nervioso
ResumenLas células gliales desempeñan un papel crucial en la homeostasis del cerebro y en la patogénesis de las lesiones y enfermedades del sistema nervioso central (SNC). Sin embargo, las funciones de estas células y los mecanismos moleculares para la regeneración en el SNC no se han comprendido del todo, especialmente su capacidad para las enfermedades desmielinizantes. Por lo tanto, todavía hay estrategias terapéuticas muy limitadas para restaurar la función del SNC adulto en enfermedades como la esclerosis múltiple (EM). La remielinización, un proceso de regeneración espontánea en el SNC, requiere la participación de múltiples componentes celulares y extracelulares. Promover la remielinización mediante intervenciones terapéuticas es un enfoque novedoso y prometedor para restaurar la función del SNC. En este artículo revisamos el papel de las células gliales en las enfermedades y lesiones del SNC. En particular, discutimos el papel de la glía y sus interacciones funcionales y mecanismos reguladores en la remielinización, así como las estrategias terapéuticas actuales para la EM.
El FGF21, que se expresa predominantemente en el páncreas, media la proliferación de las OPC mediante la interacción con β-klotho, que es un importante coreceptor del FGF21 [31]. In vivo, cuando la inyección de LPC a la médula espinal para construir la desmielinización con la interrupción de la barrera vascular, la concentración de FGF21 también se incrementó como el mismo curso de tiempo de la proliferación de OPC en la lesión. El knockout de FGF21 mostró una disminución de la remielinización espontánea y de la recuperación funcional tras la inyección de LPC. Cuando se silenció la expresión de FGF21 en el páncreas, la proliferación de OPC mediada por el suero se inhibió significativamente, lo que indica el papel crítico del FGF21 derivado del páncreas en la proliferación de OPCs y la remielinización del SNC [29].
Células gliales
El sistema nervioso central (SNC) y el sistema inmunitario son sistemas intrincados y altamente organizados que regulan todo el organismo, y ambos comparten ciertas características comunes en cuanto a mecanismos de desarrollo y modos de funcionamiento. Se sabe que las moléculas relacionadas con la inmunidad innata, como las citocinas, los receptores tipo Toll y la familia del complemento, y las moléculas relacionadas con la inmunidad adquirida, como el complejo mayor de histocompatibilidad y los receptores de anticuerpos, también se expresan en el cerebro y desempeñan funciones importantes en su desarrollo. Además, aunque el cerebro se ha considerado anteriormente como un lugar inmune privilegiado, se sabe que contiene vasos linfáticos. No sólo la microglía sino también los linfocitos regulan la cognición y desempeñan un papel vital en la formación de los circuitos neuronales. Esta revisión ofrece una visión general de la función de las células inmunitarias y las moléculas inmunitarias en el SNC, con especial énfasis en su efecto sobre los procesos de desarrollo neuronal.
A diferencia del cerebro adulto, los datos relativos a la interacción de las células inmunitarias y las células neuronales -con excepción de la microglía- durante las etapas de desarrollo son bastante limitados. Sin embargo, los estudios epidemiológicos han demostrado una relación entre la infección materna y la aparición de trastornos del neurodesarrollo, como el trastorno del espectro autista (TEA), la esquizofrenia, la epilepsia, la parálisis cerebral, la ansiedad y el trastorno depresivo mayor, lo que apunta a la asociación entre el sistema inmunitario y el desarrollo neuronal (revisado en Knuesel et al., 2014; Estes y McAllister, 2016). Los modelos animales que utilizan roedores y primates no humanos también han demostrado claramente una relación causal entre la infección materna y las anomalías conductuales relacionadas con el TEA y la esquizofrenia. Está ampliamente aceptado que una de las principales consecuencias de la activación inmunitaria materna (AIM) son los cambios en la morfología microglial, la distribución y el nivel de expresión de varias proteínas marcadoras. Además, se sabe que la microglía tiene funciones multifacéticas durante el desarrollo normal del cerebro. Recientemente se ha informado de que las células inmunitarias adquiridas también participan en los procesos de desarrollo del SNC.

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